Cuando vas a comprarte
unos zapatos de golf, no vas pensando en el modelo de acoplamiento que lleva el
taco, pero has de conocer el tipo que utilizan y sus posibles inconvenientes a
la hora de cambiarlos.
Hay cuatro tipos de tacos para los zapatos de golf:
Tri-Lock ó también llamado Fast Twist
Q-Lock ó también llamado Q-Fit
Metal Thread (Tornillo)
Large Thread (Tornillo Ancho)
Tri-Lock ó también llamado Fast Twist
Q-Lock ó también llamado Q-Fit
Metal Thread (Tornillo)
Large Thread (Tornillo Ancho)
Lo primero que tienes
que mentalizarte, es que, hay que cambiarlos antes de que estén muy
deteriorados. De lo contrario su extracción será más complicada.
Para cada tipo de
taco, existen infinidad de llaves, de las marcas de zapatos, de las marcas de
tacos, pero nunca, una universal que te valga para todos.
Por experiencia os
digo que la única llave universal, que vale para todos y suele ser mas barata
que las que nos venden las marcas de golf. Salvo que escojamos marcas de primer
nivel. Son los “alicates seeger”
El de interiores su posición
de vacio no va marcada por ningún resorte, con lo que tendremos que mantener la
mano en equilibrio al aflojar el taco, a la vez que girar para aflojarlo, mas difícil.
También existe la
opción de punta plana o curvada. Esto va un poco en gustos. Mi opinión
es que se trabaja mejor con el plano. Pero hay gente que prefiere los curvados
al tener una sensación distinta en la aplicación de fuerzas.
Como os he comentado
antes, lo principal es no esperar a que estén muy deteriorados.
Los de plástico,
suelen salir con facilidad. Siempre que tengamos los agujeros de extracción en
buen estado. Puede ocurrir que estando bien el dispositivo de extracción el
taco se rompa a la hora de girarlo sin soltarse.
En este caso, yo
aconsejo, colocar una punta del alicate en el agujero que se conserve en mejor
estado utilizarlo como punto de apoyo. La otra punta posicionarla en el lugar
de mejor apoyo y con mas goma del taco y realizar el giro para aflojar, como si
fuese un compás. Realizando el efecto de giro solo en la punta contraria al
punto de apoyo.
No os olvidéis a la
hora de montarlos, limpiar correctamente la rosca y apretarlo según las
indicaciones del fabricante.
Comenzamos con los “rosca
metalica”, cada vez más en desuso. Salen muy caros. ¡No a vosotros no! ¡Al
campo de golf! Me explico.
¿Cuántos tacos se
pierden durante el año en un campo de gol? Mas de los que pensáis. Pues dichos
tacos, se quedan por el campo, con el riesgo de que las maquinas de
mantenimiento de corte helicoidal se los encuentren, provocando unos daños
(mellados) costosos, el rectificado de molinetes. A mayor numero de
rectificados, mayor desgaste del molinete.
Ahora vamos con dichos
tacos. Al poseer elementos metálicos en su fijación, y estar expuestos a la
intemperie, suelen traer problemas a la hora de su extracción.
Con lo que, lo primero
que tenemos que tener es paciencia. Si salen con el alicate, perfecto. Pero si
no los has cambiado en mucho tiempo, creo que no tendrás esa suerte.
Nunca dar calor, tanto
el tornillo como la base roscada asientan sobre plástico o goma y si están muy
duros lo único que conseguiremos es sacarlos de sus acoplamientos.
Cuando un taco se ha
reventado y lo que nos queda es su tornillo metido en la base, nunca taladrar
(ni con broca de menor diámetro) esta operación provoca una elevada
temperatura, os podréis encontrar con la rosca de la suela en la mano y
zapato a la basura (bueno, se puede reparar pero eso en otro artículo).
¿Y entonces como lo
quitamos? Pues si se mantiene el taco en posición, dar unos golpes contra un
suelo duro, como cuando en el aparcamiento queréis quitarle la hierba a los
zapatos. Se trata de hacer que los filetes de las roscas se despeguen unos de
otros y esto se consigue a través de la vibración.
SI el taco se ha
quedado en el camino, podemos tener suerte y que se mantenga la chapita que se
utiliza de base, donde están los agujeros para desmontar. Intentaremos girar
con el alicate. Pero me temo que si el taco ya no está, esa rosca estará tan
dura que la chapa se irá doblando, intento tras intento, hasta romperse.
Entonces
ha llegado la hora de ser un manitas. Con un puntero pequeño y un martillo,
tendremos que ir golpeando la base del tornillo, en sentido a izquierdas, para
que a la vez que provocamos vibraciones para despegar el tornillo,
ejercemos una fuerza de giro para soltarlo. Y esperemos que con un poquito de
paciencia... suelte!!!!!
Buen articulo!!!
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